Duque: Un fenómeno creado por el miedo a “VENEZOLANIZARNOS”

Por: My. César Maldonado*
COLUMNISTA INVITADO

Con cada voto que suma Petro, mayor apoyo ganará el candidato del Uribismo

No la tiene fácil el presidente Santos con la votación lograda hoy por la coalición Uribista. Se acerca a pasos agigantados a volver “trizas” la joya de la corona del actual gobierno: el Acuerdo de La Habana. El esfuerzo de ocho años de Juan Manuel Santos podría escurrirse como agua en los dedos.

De nada sirvieron las ingeniosas estrategias de campaña en redes sociales de Petro y las Farc para desprestigiar a Uribe y a su “muchacho”. Como suele suceder, el efecto teflón nuevamente acompañó al expresidente, pues el espejo de Venezuela ha despertado el interés de sufragar de quienes eran ajenos de salir de casa el día de las elecciones. Gustavo Petro no ayudó mucho, su comportamiento lenguaraz –si bien es cierto le sumó votos – también lo hizo a su mayor contrincante, porque despertó el miedo de los estratos 4,5 y 6 que ven en Duque la mano de Uribe asegurándoles la continuidad del sistema democrático. Estratos que, en el pasado, el desinterés y la pereza les impedía sufragar.   

Sin mayor riesgo a equivocarme, podría asegurar que el “gallo” de Uribe tiene hoy la más grande opción de mudarse a la Casa de Nariño. Santos deberá construir una coalición alrededor del único hombre que puede robarle el sueño a Álvaro Uribe: Germán Vargas. Pues el miedo que causa Petro será la mejor campaña para Iván Duque. Fajardo y De La Calle, no tienen el músculo político necesario en estas lides. ¿Por qué Santos? Primero porque, a pesar de tener desocupado el tarro de la mermelada, tiene la capacidad de aglutinar a los caciques que manejan el mayor caudal electoral adquiriendo compromisos en nombre del eventual gobierno de Vargas, y, además, porque debe salirle al paso de Uribe, el hombre qué, sin lugar a dudas, le tumbará su castillo de la paz.

Nuevamente Uribe demostró que sigue siendo un fenómeno político, capaz de dividir al país en dos partes iguales. Muy seguramente (escribí este artículo sobre las 7:30 de la noche), el Centro Democrático alcanzará el mayor número de curules en el Congreso, lo cual lo ubica como el principal partido político del país, cuota inicial para lograr el solio de Bolívar.

¿Qué le queda a Santos? Jugársela por Vargas Lleras. La arrogancia de Petro impedirá que ceda a una coalición con Germán Vargas, al menos en primera vuelta. Cosa qué, ante una inminente victoria de Duque, podría suceder en una segunda. El gran riesgo que corre Santos y Vargas, es que en la medida que Petro vocifere sus “causas”, el Uribismo se va a fortalecer más, por el miedo que le causa a gran parte de los colombianos el fantasma del Castro-Chavismo, temor que muy hábilmente ha infundido Uribe. Esto podría llevar a que la eventual coalición “Petro-Vargas” se quede con los crespos hechos, porque el Uribismo arrase en primera vuelta.

Hasta luego,

 

(*) Presidente Fundación Comité de Reconciliación