¡Siempre listos!

Por: Mayor César Maldonado*
COLUMNISTA INVITADO

Aún recuerdo – como si fuese hoy –  aquella mañana de sábado cuando mi padre me puso en manos de la “Divisa Flor de Lis”. Sobrepasados los 7 años, consideró que era hora de enrolarme en los principios y valores profesados por Robert Baden-Powell, fundador del Movimiento Scout mundial.

Años después, curiosamente encontré que los valores y principios del scout, coincidían con los del soldado colombiano. Comparten su significación, de poder, soberanía, honor y lealtad, y también de pureza de cuerpo y alma. En el Movimiento Scout, los tres pétalos representan los tres pilares de la promesa scout, los tres principios y deberes (Dios, patria y hogar), y las tres virtudes (abnegación, lealtad y pureza). El Ejército Colombiano, soporta su grandeza sobre las columnas Patria, Honor, Lealtad; virtudes que recompensan al soldado, con el dulce sabor de la victoria. Ningún otro ser sobre la tierra tiene el honor de conocer, de tal manera, la gloria militar. Cómo no enamorarse de la más noble profesión. Es la explicación más próxima del enigmático “maldito orgullo de ser soldado…”
Esta semana que termina, el país presenció un rebose de virtudes y principios militares. No fue perceptible a la mirada de cualquier humano, solamente notorio a los ojos de un soldado. Los comandantes de las Fuerzas Militares, del Ejército, y desde la misma Reserva Activa, incitados por los pilares Patria, Honor y Lealtad, – sentimientos exclusivamente reservados a los soldados -, se debatían entre el berenjenal legislativo, en defensa de los intereses de sus soldados. En medio del inmenso caos de la polarización política, una voz, aunque sosegada, rugía, en señal de protección de sus hombres. Con distintos argumentos, buscaban lo mismo: el mejor tratamiento penal posible para los militares encartados judicialmente, en el marco de la nueva jurisdicción especial para la paz.
Eso se llama lealtad. Y cuando viene de arriba, es mucho más meritoria de admiración. General Mejía, Gómez, Velasco, Ruiz y Ayala, esta semana, el país comprendió por qué ustedes son dignos de portar en sus hombros la más alta joya de la milicia.
Hasta luego,

(*) Presidente Fundación Comité de Reconciliación